4% para la educación nacional y 100% para la educación de hogar
Me inspiré en ese título, a raíz de un comentario que hizo mi madre, debido a los múltiples hechos de sangre y delincuencia que está viviendo nuestro país. No tenemos que ser psicólogos para saber que la raíz de esos grandes flagelos es la falta de educación en el hogar. Es más cómodo delegar la educación de nuestros hijos en una niñera, o peor aún, en el último equipo de alta tecnología, que poner el esfuerzo necesario para inculcarles valores morales, y enseñarles a discernir entre el bien y el mal. Con mucha tristeza observamos como va perdiendo valor el trabajo honesto para dar paso a formas de ganar dinero rápido y mal habido. Parte de esto surge de que muchas veces copiamos lo negativo de otras culturas más desarrolladas que las nuestras, en lugar de imitar las cosas positivas. A esto se le suma el bombardeo constante de información que recibimos a través de la televisión, redes sociales, música y otros medios de comunicación, las cuales no siempre vienen filtradas adecuadamente