La conciencia: un guardián de nuestros actos

La conciencia es una palabra tan usada que escribir acerca del valor de ella requería una enciclopedia. Es difícil encontrar una rama del conocimiento donde no se utilice, pero en todas ellas está presente el ser un humano en su verdadera esencia. Veamos algunas definiciones:
1. Capacidad de valorar el presente
2. El conocimiento que un ser tiene de sí mismo
3. Actor de tus actos y responsable de las consecuencias que de ello se derivan, según la percepción que se tenga acerca del bien y del mal
4. Voz interior que nos advierte que alguien nos está mirando
5. Es la propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales en todas las modificaciones que en si mismo experimenta
Son muchas las expresiones de uso común en las que interviene la palabra conciencia, porque, independientemente de que se tenga un conocimiento profundo acerca de su significado, tomarla en cuenta es cuestión intuitiva, porque es algo intrínsecamente ligado al ser. Cuando se comete un error, aunque no afecte a nadie de manera significativa, generalmente se dice "no actué de manera consciente".
Veamos algunos ejemplos:
· Hacer un acto de conciencia
· Vivir con la conciencia tranquila
· Tener cargo de conciencia
· Prisionero de conciencia
· Crear conciencia antes de depositar un voto
· No estaba consciente del riesgo al que me exponía
Cuántas cosas que nos han pasado podrían haberse evitado y la hubiéramos puesto en el ojo de ese guardián de nuestro ser que es la conciencia.
Si los gobernantes actuaran con más conciencia, posiblemente los gobernados nos sentiríamos mejor.
Actuar con conciencia sobre ciertas cosas fundamentales en nuestra vida minimiza los errores y termina dándonos cierto de aire de adivino de los resultados finales obtenidos. No hubo tal adivinación, simplemente hubo un acto de conciencia.
Te invito a que analices los aspectos de tu vida que no han salido como los planificaste al no haberte dejado guiar de tu conciencia, o tu voz interior.

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